Todo es música, eso es una certeza. Cada vez que camino y llevo mi ritmo, cada vez que abro y cierro una puerta, cada vez que me dirijo a alguien, cada vez que pienso, miro , siento y vivo hago música.
Realmente no sé tocar instrumento alguno, más los deseos de aprender siguen ahí, pero de acuerdo a mis limitaciones motrices no creo que pueda hacerlo realidad. Pero aquellas limitaciones no me impiden crear con mi imaginación. Yo formo parte de una orquesta en la cual siempre están presentes las desafinaciones y faltas a la melodía original, pero siempre está la oportunidad de volver a comenzar.
Muchas veces me resulta algo embarazoso reiniciar mi arte luego de un tropiezo, pero si yo no hago música, ¿quién lo hará por mí?, sólo yo puedo dar las notas perfectas que me corresponden en mi partitura, cada uno crea la suya. Todos formamos esta bella melodía que llamamos vida y yo quiero formar parte de ella de una manera excepcional y no puedo sola.
Miles de acordes me acompañan a diario y miles de intérpretes me muestran su creación. Es mi oportunidad de compartir la más bella de las canciones, es mí oportunidad de mostrar la belleza a los sentidos auto oprimidos por seudo melodías que sólo encandilan y no me dejan seguir.
Soy feliz, por que TÚ vas conmigo.......
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