jueves, 7 de febrero de 2008

Para ti...

"Tu voz pudo enternecerme,
tu presencia suspenderme,
y tu respeto turbarme.
¿Quién eres?
Tú sólo, tú, has suspendido
la pasión a mis enojos,
la suspensión a mis ojos,
la admiración al oído.
Con cada vez que te veo,
nueva admiración me das,
y cuanto te miro más
aún más mirarte deseo".

No hay comentarios: